Un extenso estudio publicado en JAMA da cuenta de que un alto consumo de proteínas animales, procesadas o no, se asocian con mayores tasas de mortalidad y al contrario, el alto consumo de proteínas vegetales, muestra un efecto protector, aumentando la sobrevida.
Ya teníamos conocimiento de que los vegetarianos, en general, gozaban de una mayor sobrevida con menores patologías asociadas, sobre todo aquellos que no hacen abuso de los carbohidratos.
Pero el dato que mas me llama la atención, es que si la persona consume mucha proteína animal, pero lleva una vida saludable, su riesgo de mortalidad se equipara con el de los que consumen proteínas vegetales. En cambio, con solo un factor de riesgo asociado al consumo alto de proteínas (por ejemplo, fumar, alcohol, inactividad) se dispara la mortalidad.
La enseñanza que podemos extraer de esta investigación, podría resumirse en: Comer menos proteínas animales, como forma de extender la sobrevida o en el caso de no poder evitarlas, eliminar los factores de riesgo mencionados.
JAMA Internal Medicine, 2016 DOI:10.1001/jamainternmed.2016.4182